Atrás quedan los días en los que los hospitales militares de nuestro entorno prestaban su labor en entornos bélicos, atendiendo a heridos en los frentes. Aunque por desgracia en algunos lugares del mundo siguen desempeñando esta función, en nuestro país lo más habitual es que en los hospitales militares se atienda a pacientes con patologías mucho más cercanas a las de la población general.
Pero, ¿qué es realmente un hospital militar?
¿Qué les distingue de cualquier otro hospital, en ese caso? Los hospitales militares, como su nombre indica, prestan atención prioritariamente a los militares – ya sea en activo o retirados – y a sus familiares. En muchos casos la propia ubicación del hospital (cerca de cuarteles o enclaves militares) facilita la asistencia de los pacientes, que acuden a él para tratarse de una amplia gama de patologías.
En algunos casos, estos hospitales ofrecen también unidades de tratamiento más específicas, que abordan patologías características de los militares. Esto incluye desde lesiones traumatológicas de todo tipo hasta el trastorno por estrés postraumático, un trastorno mental que afecta a aquellas personas que han estado expuestas a situaciones muy estresantes a nivel psicológico.
El acceso a estos hospitales suele ir vinculado necesariamente a la pertenencia a un cuerpo militar.
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